jueves, 20 de septiembre de 2012

JACK (parte 1)


            Carga completada.
            -¡Harry! ¡Ven! Jack ha terminado su carga –gritó Sally.
            Harry acudió corriendo al oír los gritos de su esposa. Ambos eran científicos desde hacía bastante y querían un hijo. Tras muchos intentos de Sally de quedar embarazada, descubrieron que era imposible. Ella era estéril. Por ello decidieron crear a JACK: Journeying Android Created for Knowing (Androide Caminante Creado para Pensar). Querían que su hijo, a pesar de ser un androide, pudiera pensar y tener sentimientos. Se llevaron muchísimo tiempo investigando, hasta que por fin lo consiguieron. También querían que llevara una vida casi humana. Querían que pudiera comer, respirar, estudiar y que, cuando llegara su día, pudiera enamorarse de una chica y hacer el amor con ella. Sally y Harry sabían que si Jack podía enamorarse querría poder hacerlo, así que lo crearon exactamente como un chico humano. Al principio, Sally dudó, pero Harry la convenció de que así sería prácticamente un humano real. Lo crearían como un chico de diecisiete años, con los conocimientos que podría haber obtenido de haber sido humano, y con la conciencia de poder escoger su futura carrera y sus estudios. Realmente querían que Jack viviera como una persona humana, pero no podría tener hijos.
            Jack abrió los ojos lentamente. Tenía un ojo azul y el otro marrón oscuro. Empezó a mover uno a uno los dedos de sus manos, mirándolas seriamente, estudiándolas. Apenas parecía un androide. Era un chico aparentemente humano, alto y guapo. Con el pelo un poco largo, negro. Era de tez pálida y estaba perfectamente dotado con un torso fuerte. Únicamente estaba vestido por la parte inferior con unos pantalones vaqueros negros que Harry había comprado previamente.
            Harry dio un abrazo a Sally. Ésta última empezó a llorar de felicidad. Jack los miraba de arriba abajo, intentando averiguar qué era todo lo que le rodeaba. Estaba confuso.
            -Jack –dijo Harry-, soy tu creador, Harry. Y ella es Sally, mi esposa.
            Jack no hablaba. Sally se acercó a él lentamente y le tomó la mano, sonriendo.
            -Jack, no tengas miedo. Somos tus padres –Jack calló. Seguía sin mostrar expresión alguna y no articulaba ninguna palabra-. ¿Puedes hablar? ¿Me entiendes?
            Jack abrió la boca lentamente.
            -Yo entiendo –dijo Jack finalmente, asintiendo. Tenía una voz humana, no de robot.
Sally le dio un abrazo a Jack suavemente. Jack subió sus manos hasta la espalda de Sally y correspondió al abrazo.
-Jack, cariño, estoy tan contenta de que al fin estés vivo...
-Yo también, mamá –hablaba lento, pero sabía hablar que era lo importante. Sally se emocionó al oír la palabra “mamá”.
Harry le mostró la salida a Sally, y ella le cogió la mano a Jack para salir del laboratorio y subir a su casa. Jack parecía contento a pesar de no mostrar emoción alguna. Entraron a la casa por la puerta que conectaba el sótano, es decir, el laboratorio, con la habitación de Sally y Harry.
-¡Hannah! ¡Dani! –Gritó Sally-. ¿Dónde estáis?
-En el salón viendo la tele, tía Sally –dijo Hannah.
Hannah y Dani eran los hijos de Emma, la hermana de Sally. Emma y su marido murieron en un accidente de tráfico hacía ya cinco años, cuando Hannah tenía doce años y Dani siete. Por ello, Sally y Harry se hicieron cargo de Hannah y Dani como si fueran sus padres, pero aún no habían conseguido que ella les llamara “papá” y “mamá”. Dani ya lo había asumido y les decía “mami” y “papi”. Él siempre había sido más cariñoso que Hannah. Sally y Harry se acercaron al salón.
-Dani, Hannah –empezó a decir Harry-, tenemos una sorpresa para vosotros.
Dani se levantó de un salto del sofá.
-¿Qué es, papi?
Hannah ni siquiera apartó la vista de la televisión. No mostraba ningún sentimiento desde el accidente a diferencia de Dani. Ella sabía que él nada más que tenía doce años y que tenía derecho a ser feliz y disfrutar de la vida, pero el aparentar que no estaba triste por la pérdida de sus padres le parecía excesivo.
-Tenéis un hermano –dijo Sally.
Hannah, asombrada, giró la cabeza hacia ellos. No podía creérselo. O su tía Sally había disimulado muy bien el embarazo o habían adoptado a alguien. Hannah esperaba ansiosa ver a su “hermano”.
-Éste es Jack.

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